La Verónica

Santa Verónica fue la mujer que tuvo un gesto misericordioso con Cristo durante su camino al Monte Calvario al enjugar su rostro lleno de sangre y sudor con un velo que pasó a la historia como reliquia por llevar impreso las facciones del Mesías.

Este velo, lienzo o paño es conocido mundialmente como “Santa Faz” o “Velo de la Verónica” y es una de las reliquias más importantes del cristianismo puesto que se considera como una verdadera imagen de Cristo.

El nombre Verónica apareció por primera vez en el documento apócrifo “Las Actas de Pilatos” y procede del latín “vera icon (o verdadero ícono)”, siendo la imagen o reliquia de este tipo más antigua y conocida. Otra reliquia importante similar a esta es la Sábana Santa de Turín.

En muchos lugares se le identifica con la Haemorrhissa que fue curada según el Evangelio. Estas piadosas tradiciones no pueden ser documentadas, pero no hay razón para que la creencia de tal acto de compasión, no encontrara expresión en la veneración que se le brinda a Verónica. 

Según la tradición, Santa Verónica tras la Pasión del Señor se dirigió a Roma llevando consigo el velo, que posteriormente fue expuesto para la veneración pública. Su acto ejemplar se recuerda hoy en la sexta estación del Vía Crucis.

Una de las varias tradiciones explica que Santa Verónica llegó a Italia ante el emperador romano Tiberio, y lo curó tras hacerle tocar esta sagrada imagen. A partir de este evento, permaneció en la capital del imperio en la misma época que los apóstoles San Pedro y San Pablo. 

 Allí ella predica, muere, y es sepulatada en la tumba que fue largamente venerada en Soulac, o en la Iglesia de San Seurin de Bordeaux.Al morir, dejó la imagen o la " Santa Faz" al Papa Clemente I.

Con motivo del primer año santo de la historia, en el 1300, el Velo de la Verónica se convirtió en una de las “Mirabilia urbis” (maravillas de la ciudad de Roma) para los peregrinos que visitaron la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Las huellas del Velo de la Verónica se perdieron en los años sucesivos al Año Santo 1600, hasta que fue hallado en la Iglesia de la Santa Faz de Manopello. El Papa Benedicto XVI fue el primer pontífice en visitarlo en septiembre de 2006.

Santa Verónica
Fiesta: 12 de julio

Santa Verónica es mujer de gran valentía, ya que su acto de amor le podría haber causado una peligrosa reacción por parte de los romanos o de las turbas. Es mujer de gran compasión, ya que venció todo miedo y decidió amar en medio de una multitud movida por odio o la indiferencia.

III Aniversario del Cautivo

En el año 2016 la iconografía de la Semana Santa de Güímar se vió enriquecida con una nueva aportación iberoamericana, una imagen del Señor Cautivo. 

Esta representación de Jesús responde a una iconografía netamente española, que puede corresponder a dos momentos del relato evangélico: por un lado al prendimiento de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos, tras la Oración y la posterior traición de Judas Iscariote. Aunque también se han venido llamando Cautivos a imágenes de Cristo que recogen el momento posterior a la coronación de espinas y la presentación de Cristo maniatado a la multitud.
Ese sería el caso de otra imagen güímarera, como es el Señor de Medinaceli. Concretamente la nueva imagen del Señor Cautivo recoge, por especial deseo de su donante, el episodio del prendimiento de Nuestro Señor en el Monte de los Olivos.

La imagen de Jesús Cautivo fue comenzada a realizar por el artista ecuatoriano Ricardo Villalba Sevilla, por encargo de Sergio Hernández en el año 2013: Fue tallado en la villa de San Antonio de Ibarra, de Ecuador, famosa por sus artesanos imagineros. 
De las manos del mismo escultor se conservan en Güímar varias tallas de devoción, como son  La Verónica, de la Capilla de la Paz, de Chacona y el Cristo Resucitado de El Socorro. Jesús Cautivo está tallado y policromado al óleo. 

Mañana Domingo 17 de Junio a Las 19 horas, se celebrá en la capilla de San Pedro Abajo la Eucaristía en honor al Señor Cautivo para celebrar el III Aniversario de su llegada.




La Desaparecida Procesión del Retiro

A raíz de la Llegada de la Virgen de las Aguas a la capilla de San Pedro Arriba en 2006, la semana Santa Güimarera perdido, una procesión, muy antigua y netamente Canaria, como era la Procesión del Retiro, al albergar la Capilla de San Pedro Arriba, una imagen de María Dolorosa, no había cabida, para trasladar la Dolorosa de San Pedro a la Capilla de Arriba.

Dicho acto consistía una vez terminada la Ceremonia del Santo Entierro con besapies del Señor Difunto y la Función de La Soledad, se trasladaba la Virgen de Los Dolores hasta la Capilla de San Pedro Arriba, lugar donde permanecía retirada hasta el domingo de Resurrección, era también llamada la Procesión del Silencio.

Precedida por nubes de incienso, la Virgen aparecía en cada esquina de su oscuro caminar, hacia San Pedro Arriba, como en Ella es habitual, elegante, sobria, con su expresión de dolor contenido. La Virgen de luto, en señal de duelo y del fin de los padecimientos de su Hijo, que recibía sepultura en la tarde del Viernes Santo, en la Parroquia de San Pedro se quedaba sola.

El Domingo de Resurrección casi a final de la tarde, con el atardecer asomando por las cumbres de Güimar, desde la Capilla de San Pedro Arriba salia de nuevo la  Procesión de retorno de la Virgen de Los Dolores hasta la Parroquia de San Pedro Apóstol. 
A continuación tenia lugar la celebración de la Eucaristía. 
Llegó a lucir la Virgen de los Dolores ropa blanca, en algunas ocasiones, se presentaba con la saya negra y el Manto blanco, como se sigue celebrando por ejemplo en la Parroquia de San Juan Bautista de la Orotava.

Así acaba el Viernes Santo en La Ciudad de Güimar, con esta procesión que brillaba con luz de fe y de devoción, imponiendo su radiante presencia sobre la oscuridad reinante, como presagio de la Luz Pascual del Domingo de Resurrección.

La Capilla de la Piedad



 A finales del año 2017  dieron comienzo las obras de restauración de las pinturas murales de la capilla de San Pedro Abajo, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento en 2006. 
Los trabajos los realiza la prestigiosa restauradora güimarera Elisa Campos, contratada por el Obispado.
La capilla de San Pedro Abajo ha requerido una intervención integral para la recuperación de sus pinturas murales interiores.
 Tras un proceso dedicado a reuniones y consensos entre las diferentes instituciones involucradas, ya se ha iniciado la restauración, en cuanto a las pinturas se refiere, debido al estado de deterioro en el que se encuentran por las graves humedades que presentan, principalmente, debido a los amontonamientos de tierra del entorno, que han perjudicado su interior.

Las obras, que se espera que estén concluidas en junio de 2018, constan de tres fases de ejecución, con un presupuesto total de 41.783,5 euros, que en su mayoría aportan el Cabildo de Tenerife y el Obispado, mientras que la comunidad parroquial de San Pedro Abajo debe aportar 6.418 euros, para lo que se ha solicitado la colaboración vecinal con el fin contribuir a los gastos que conlleva la recuperación.

Aparte de los murales que se hallan en las paredes de la pequeña capilla, obra, como casi todos los que se realizaron en Güímar a principios del pasado siglo, del gaditano Manuel López Ruiz, también se reformará una pequeña parte de la madera de la parte central del techo. Los murales, puedan datar del siglo XIX, siendo toda una joya del municipio.

Esta capilla, conocida como la capilla antigua de San Pedro abajo, alberga la imagen de Nuestra Señora de la Piedad que llego a Güimar en 1960, desde los Talleres de Olot en Gerona, esta imagen, al ser de producción industrial, tiene varias hermanas gemelas que se encuentra en muchos municipios de la isla como Arafo, y Puerto de la Cruz. 
Esta imagen a sufrido su ultima restauración en el 2010. A cambiado también la cruz, y se le an añadido, las escaleras y la lanza en 2009.  La imagen de la Virgen cambió de corona en el año 2008.

La Escultura es un altorrelieve, de bulto redondo. Vista lateralmente o de costado se aprecia todo su volumen.
La Virgen de la Piedad, representa el momento en que esta recibe de los Santos Varones, el cuerpo fallecido de su Hijo, una vez descendido de la Cruz.
Este tema escultórico tiene su origen en la tradición Gótica-Alemana y se encuentra en España en el Siglo XV.
Es muy bella la posición frontal y aún más si se contempla desde un punto de vista lateral. La Virgen dirige su mirada hacia su hijo muerto; que mantiene con sus brazos en una actitud serena, tiene la boca entreabierta, lleva toca blanca, y túnica de color azul claro, con manto de color azul marino. 


El Cristo, de máxima expresividad, se apoya sobre la pierna izquierda de la Virgen. El desnudo es de una perfecta anatomía. 

La cabeza está inclinada, pelo rizado, boca entreabierta dejando ver los dientes. Es de destacar las delicadas manchas de sangre sobre la perfecta anatomía, distinguiéndose la llaga del costado producida por la lanza, las rozaduras de las rodillas producidas por las caídas, y la herida del hombro.


Actualmente esta capilla también contienen en su interior el recién llegado a Güimar Cristo Cautivo, saliendo de las manos de Ricardo Villalba Sevilla.
Actualmente estas imágenes se encuentran en la Capilla mas actual de  San Abajo.








La Cruz, el Calvario de los Majuelos


El 3 de mayo en muchos países del mundo se conmemora “la Cruz de mayo”. Esta tradición popular tiene sus orígenes desde muy antiguo en Jerusalén y se sigue festejando en varios pueblos de habla hispana.

En muchos de estos lugares adornan las cruces con coloridas flores, se realizan procesiones, bailes o se venera el madero en los cerros o lugares visibles para toda la población.

Se dice que por el siglo IV el pagano Constantino tenía que enfrentar una terrible batalla contra el perseguidor Majencio. La noche anterior al suceso tuvo un sueño en la que vio una cruz luminosa en los aires y escuchó una voz que le dijo: "Con este signo vencerás".

Al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y exclamó: "Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena". La victoria fue total, Constantino llegó a ser emperador y dio libertad a los cristianos.

Santa Elena, madre del emperador, pidió permiso a su hijo y fue a Jerusalén a buscar la Santa Cruz en la que Cristo murió. Después de muchas excavaciones encontró tres cruces y no sabían cómo distinguir cuál era del Señor.

Es así que llevaron a una mujer agonizante, quien al tocar la primera cruz se agravó más con su enfermedad. En la segunda cruz, la enferma se mantuvo igual, pero al tocar el tercer madero, recuperó la salud.

Santa Elena con el Obispo y los fieles llevaron esta cruz en procesión por las calles de Jerusalén. En el camino había una mujer viuda que llevaba a enterrar a su hijo, por lo que acercaron la Cruz al fallecido y éste resucitó.

Por varios siglos se ha celebrado en Jerusalén y muchos pueblos del mundo el 3 de mayo como la fiesta de la invención o hallazgo de la Santa Cruz. En toda la Iglesia Católica la celebración litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz se festeja el 14 de septiembre.

El nimbo del Señor del Huerto


Nos llamamos a la atención sobre un hecho que ha pasado inadvertido para muchos.

 El Cristo de la Oración en el Huerto de Getsemai, de la Parroquia de Santo Domingo de Guzamn, fue restaurado en 2016, una restauración donde la imagen del Cristo cambio su posición y se le colocaron las manos en una posición mas suplicante, una restauración que necesitaba, donde recupero su color original y que iso al Cristo lucir mas bonito de lo que estaba.

Pero ese mismo años la imagen dejo de  lucir su nimbo o sol que lo corona, tradicionalmente utilizado por los cristos canarios, para llevar unas potencias al estilo de los cristos andaluces.

Si bien nuestra Semana Santa ha bebido de tradiciones y culturas como la andaluza, la castellana,  por citar algunas, se han asentado en nuestra tierra mezclándose o adaptándose al sentir canario.
Por este motivo, nos apena comprobar como las nuevas y no tan nuevas generaciones de Güimareros, reniegan de nuestro tradicional estilo, prefiriendo la fastuosidad y el recargamiento propios de los pasos andaluces.

Devoción a Medinaceli

El Cristo de Medinaceli llegó a Güímar en 1965, procedente de un taller peninsular, de la mano del que fuera su primer mayordomo Abraham Díaz Lemes.

Es una imagen de vestir que solo tiene tallada la cabeza, las manos y los pies, las partes más expresivas y significativas de esta escultura.

En la cabeza, la imagen tiene una cabellera tallada a pesar de que no se muestre al estar tapada por la de pelo natural que se le pone y la corona de espinas. Existen muy pocas imágenes Cristiferas en Canarias con pelo natural.


Este Cristo de la Sentencia, o Cristo maniatado es una clara réplica del Cristo de Medinaceli madrileño y en consecuencia, se presenta de tamaño natural, de pie, con una túnica de color morado, con un grueso cordón que desciende desde el cuello y con el escapulario trinitario.


En su rostro barbado llama la atención la expresión de aflicción con la boca entreabierta y el ceño encogido y sobre todo, la mirada, al frente, la propia del que se sabe incomprendido y solo. Las manos están atadas, recodando no solo el episodio bíblico sino también la leyenda que rodea a la imagen sobre su cautiverio a manos de los musulmanes; y los pies, trabajados sólo en parte, lucen al ser descubiertos en el momento del besapiés.

El color morado hace referencia a la humildad y sacrificio, de Aquel que murió y resucitó por ellos (2 Cor. 5,15); a la penitencia y mortificación del cuerpo y alma. En cuanto a la cruz trinitaria es un símbolo de agradecimiento a la orden mencionada que liberó, no solo la talla del Medinaceli, sino también a muchos cristianos de la prisión sarracena.






    Actualmente, los mayordomos de la imagen del Cristo de Medinaceli son José Luis Díaz Cruz y su hermana Josefa Díaz Cruz, ellos han velado por su conservación. La última restauración fue realizada por Elisa Campos Domínguez en el año 2003.


Su patrimonio, aunque limitado, es suficiente para atender las necesidades de este paso procesional. Consta de tres túnicas, la que traía al ser adquirida, sencilla y pobre, una de terciopelo con adornos que luce todo el año en el nicho y la que viste para procesionar de terciopelo malva/morado bordada en hilo dorado estrenada en e año 1970. Dos cordones dorados, dos escapularios, dos coronas, dos pelucas, un trono a ruedas, un juego de fanales y un juego de jarras.
  El primer viernes de marzo de cada año tiene lugar su festividad donde se celebra una Eucaristía en su honor y al termino el multitudinario besapiés, al que acuden muchísimos devotos.
En 2015 cumplió 50 años de su llegada a la localidad. Procesiona el Martes y Viernes Santo partiendo desde la parroquia de Santo Domingo de Guzmán donde se venera todo el año.

Muchos son los fieles que dirigente se acercan hasta el antiguo Convento de Santo Domingo para, rendir una oración o plegaria a este Cristo que tanta fé despierta en la Ciudad de Güimar.


En sus comienzos salir acompañado por la Archicofradía del Carmen y La Milagrosa(1965-1967). 

Mas tarde se creó su Cofradía con traje negro y escapulario (1968), es una lastima que esta cofradía desapareciera y no exista actualmente, sería muy apropiado volver a refundarla y  crear una cofradía de penitentes para acompañar a esta imagen de gran devoción Güimarera.