La Desaparecida Procesión del Retiro

A raíz de la Llegada de la Virgen de las Aguas a la capilla de San Pedro Arriba en 2006, la semana Santa Güimarera perdido, una procesión, muy antigua y netamente Canaria, como era la Procesión del Retiro, al albergar la Capilla de San Pedro Arriba, una imagen de María Dolorosa, no había cabida, para trasladar la Dolorosa de San Pedro a la Capilla de Arriba.

Dicho acto consistía una vez terminada la Ceremonia del Santo Entierro con besapies del Señor Difunto y la Función de La Soledad, se trasladaba la Virgen de Los Dolores hasta la Capilla de San Pedro Arriba, lugar donde permanecía retirada hasta el domingo de Resurrección, era también llamada la Procesión del Silencio.

Precedida por nubes de incienso, la Virgen aparecía en cada esquina de su oscuro caminar, hacia San Pedro Arriba, como en Ella es habitual, elegante, sobria, con su expresión de dolor contenido. La Virgen de luto, en señal de duelo y del fin de los padecimientos de su Hijo, que recibía sepultura en la tarde del Viernes Santo, en la Parroquia de San Pedro se quedaba sola.

El Domingo de Resurrección casi a final de la tarde, con el atardecer asomando por las cumbres de Güimar, desde la Capilla de San Pedro Arriba salia de nuevo la  Procesión de retorno de la Virgen de Los Dolores hasta la Parroquia de San Pedro Apóstol. 
A continuación tenia lugar la celebración de la Eucaristía. 
Llegó a lucir la Virgen de los Dolores ropa blanca, en algunas ocasiones, se presentaba con la saya negra y el Manto blanco, como se sigue celebrando por ejemplo en la Parroquia de San Juan Bautista de la Orotava.

Así acaba el Viernes Santo en La Ciudad de Güimar, con esta procesión que brillaba con luz de fe y de devoción, imponiendo su radiante presencia sobre la oscuridad reinante, como presagio de la Luz Pascual del Domingo de Resurrección.