Jesús Nazareno


La imagen del Nazareno se venera en la Iglesia del ex convento de Santo Domingo, denominada después de la desamortización de 1835 ermita de Ntra. Sra. del Rosario y elevada a parroquia por don Domingo Pérez Cáceres el 28 de Febrero de 1961, con el título de Santo Domingo de Guzmán. La imagen, que representa la iconografía de Cristo con la cruz a cuestas, ocupa la hornacina de la calle central del retablo situado en la capilla del lado del Evangelio.

 Presenta una talla de buena factura y técnica vigorosa, que le confiere expresividad y dramatismo. Se trata de una escultura de candelero. Estas características permiten encuadrarla dentro del estilo barroco. Aunque no conocemos el nombre del autor, es muy probable que proceda de un taller canario. 

 El Nazareno, junto al Señor Difunto o el Señor de las Tribulaciones, ha sido uno de los primeros elementos procesionales de la Semana Santa güimarera. Alrededor suyo se fue completando la representación iconográfica de la Pasión. Su procesión sale a la calle en la tarde del Miércoles Santo y culmina con uno de los más dramáticos momentos de la Semana, el Encuentro, en el que participan las imágenes de la Magdalena, San Juan Evangelista y la Dolorosa procedentes de la parroquia de San Pedro Apóstol. 

El Encuentro se celebró incluso durante los largos años en los que la iglesia del antiguo convento permaneció cerrada al culto. Muchos güimareros recuerdan la salida del Nazareno cuando el convento aún conservaba sus losas de piedra chasnera. También ha quedado en el recuerdo la costumbre de hacer que las imágenes, que sucesivamente salen al encuentro del Nazareno, le reverencien. 
El escenario tradicional del Encuentro es la zona baja de la Plaza de San Pedro, aunque a principios de los años 60 se prefirió el interior de la propia plaza y en los 70, el atrio de la iglesia.


La imagen del Nazareno de Santo Domingo estuvo estrechamente vinculada con la importante familia García Hernández-Bueno, puesto que uno de sus últimos mayordomos fue don Juan García Hernández-Bueno, vecino del convento. Después de su muerte se siguió custodiando en su antigua casa lo más valioso del ajuar del Nazareno. Era costumbre incluso que allí quedase depositada una de las piernas de la imagen, ya que al estar el nicho provisto de vidrieras, cuando éstas se cerraban la imagen no cabía. 

Por desgracia, con el tiempo, ello fue la causa de la pérdida de parte de aquel rico patrimonio. 
Al morir don Juan sin descendencia, fueron sus herederos los hijos de su hermano. Cuando descubrieron que entre los bienes depositados en sus propiedades, se encontraban algunos pertenecientes a la Iglesia, no dudó en venderlos a un anticuario a pesar de las protestas de los feligreses de Santo Domingo. Afortunadamente, en aquellos momentos ya no se guardaba en la casa la pierna de la imagen, pero se perdieron algunas vestiduras, una cartela de la cruz, fanales antiguos y las valiosas tallas de los ángeles portantes de los cordones de la túnica de la imagen.  

 Desde el fallecimiento de los herederos,ocupó la mayordomía del Nazareno don Donato González Rosa a quien le correspondió la difícil tarea de reponer el patrimonio perdido. Este puso todo su empeño en esta labor, lo que ha dado lugar a que, a dia de hoy la imagen de Jesús Nazareno así como su cofradía cuenten con un alto valor patrimonial.
  La imagen posee en la actualidad algunos bienes de interés: trono procesional ricamente tallado con arquillos decorativos; túnica de terciopelo morado bordada en oro; potencias de plata; cartelas de la cruz de plata; ángeles portantes procedentes de taller peninsular. Es de destacar entre todos los bienes un antiguo sol de plata repujada y cincelada. Este coronaba a la imagen, al modo habitual en los cristos canarios, antes de que fuera sustituido por las actuales potencias de influencia sevillana.

 En las últimas décadas ha sido evidente el proceso de ennegrecimiento de la policromía de la imagen. Por ello se decidió acometer una restauración y limpieza. Esta fue sufragada por la Comisión de Semana Santa de Güímar, integrada por representantes de todas las cofradías y mayordomías. La obra se encargó a doña Ebe Rosa Palarea, la cual informó puntualmente a una comisión de seguimiento de la restauración, integrada por miembros de la Cofradía, mayordomo y miembros de Patrimonio de Güímar. 

 Los análisis efectuados sobre las distintas partes de la imagen demostraron que ésta había sufrido varias intervenciones a lo largo del tiempo, como la sustitución de la peluca de pelo natural por otra fija elaborada a base de fibras encolados. También se identificaron diferentes estratos de película pictórica. Por otra parte se efectuó un estudio con base fotográfica y con película infrarroja para detectar partes repintadas, como las gotas de sangre del rostro. La restauración tuvo como finalidad: eliminar el estrato de aceite de nuez y otros materiales, consolidar la capa pictórica, estucar lagunas, reemplazar un dedo de la mano derecha que no correspondía a la talla original, desinfectar la madera de cuerpo, brazos y piernas así como consolidar un mechón de cabellos y otras zonas que presentaban fragilidad. Asimismo se sustituyó la peana con la finalidad de evitar el contagio de xilófagos.  El acto de presentación de la imagen restaurada tuvo lugar el Miércoles, 19 de Febrero de 1997, en el templo donde recibe veneración. 





Ficha Técnica                                                          


Sede:Parroquia de Santo Domingo de Guzmán

Salida procesional: Miércoles y Viernes Santo.

Medidas: 1.27cm , 30 cm

Autor: Anónimo.

Año:Finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII

Restauración1997 a cargo de doña Ebe Rosa Palarea.





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