La Desaparecida Procesión del Retiro

A raíz de la Llegada de la Virgen de las Aguas a la capilla de San Pedro Arriba en 2006, la semana Santa Güimarera perdido, una procesión, muy antigua y netamente Canaria, como era la Procesión del Retiro, al albergar la Capilla de San Pedro Arriba, una imagen de María Dolorosa, no había cabida, para trasladar la Dolorosa de San Pedro a la Capilla de Arriba.

Dicho acto consistía una vez terminada la Ceremonia del Santo Entierro con besapies del Señor Difunto y la Función de La Soledad, se trasladaba la Virgen de Los Dolores hasta la Capilla de San Pedro Arriba, lugar donde permanecía retirada hasta el domingo de Resurrección, era también llamada la Procesión del Silencio.

Precedida por nubes de incienso, la Virgen aparecía en cada esquina de su oscuro caminar, hacia San Pedro Arriba, como en Ella es habitual, elegante, sobria, con su expresión de dolor contenido. La Virgen de luto, en señal de duelo y del fin de los padecimientos de su Hijo, que recibía sepultura en la tarde del Viernes Santo, en la Parroquia de San Pedro se quedaba sola.

El Domingo de Resurrección casi a final de la tarde, con el atardecer asomando por las cumbres de Güimar, desde la Capilla de San Pedro Arriba salia de nuevo la  Procesión de retorno de la Virgen de Los Dolores hasta la Parroquia de San Pedro Apóstol. 
A continuación tenia lugar la celebración de la Eucaristía. 
Llegó a lucir la Virgen de los Dolores ropa blanca, en algunas ocasiones, se presentaba con la saya negra y el Manto blanco, como se sigue celebrando por ejemplo en la Parroquia de San Juan Bautista de la Orotava.

Así acaba el Viernes Santo en La Ciudad de Güimar, con esta procesión que brillaba con luz de fe y de devoción, imponiendo su radiante presencia sobre la oscuridad reinante, como presagio de la Luz Pascual del Domingo de Resurrección.

La Capilla de la Piedad



 A finales del año 2017  dieron comienzo las obras de restauración de las pinturas murales de la capilla de San Pedro Abajo, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento en 2006. 
Los trabajos los realiza la prestigiosa restauradora güimarera Elisa Campos, contratada por el Obispado.
La capilla de San Pedro Abajo ha requerido una intervención integral para la recuperación de sus pinturas murales interiores.
 Tras un proceso dedicado a reuniones y consensos entre las diferentes instituciones involucradas, ya se ha iniciado la restauración, en cuanto a las pinturas se refiere, debido al estado de deterioro en el que se encuentran por las graves humedades que presentan, principalmente, debido a los amontonamientos de tierra del entorno, que han perjudicado su interior.

Las obras, que se espera que estén concluidas en junio de 2018, constan de tres fases de ejecución, con un presupuesto total de 41.783,5 euros, que en su mayoría aportan el Cabildo de Tenerife y el Obispado, mientras que la comunidad parroquial de San Pedro Abajo debe aportar 6.418 euros, para lo que se ha solicitado la colaboración vecinal con el fin contribuir a los gastos que conlleva la recuperación.

Aparte de los murales que se hallan en las paredes de la pequeña capilla, obra, como casi todos los que se realizaron en Güímar a principios del pasado siglo, del gaditano Manuel López Ruiz, también se reformará una pequeña parte de la madera de la parte central del techo. Los murales, puedan datar del siglo XIX, siendo toda una joya del municipio.

Esta capilla, conocida como la capilla antigua de San Pedro abajo, alberga la imagen de Nuestra Señora de la Piedad que llego a Güimar en 1960, desde los Talleres de Olot en Gerona, esta imagen, al ser de producción industrial, tiene varias hermanas gemelas que se encuentra en muchos municipios de la isla como Arafo, y Puerto de la Cruz. 
Esta imagen a sufrido su ultima restauración en el 2010. A cambiado también la cruz, y se le an añadido, las escaleras y la lanza en 2009.  La imagen de la Virgen cambió de corona en el año 2008.

La Escultura es un altorrelieve, de bulto redondo. Vista lateralmente o de costado se aprecia todo su volumen.
La Virgen de la Piedad, representa el momento en que esta recibe de los Santos Varones, el cuerpo fallecido de su Hijo, una vez descendido de la Cruz.
Este tema escultórico tiene su origen en la tradición Gótica-Alemana y se encuentra en España en el Siglo XV.
Es muy bella la posición frontal y aún más si se contempla desde un punto de vista lateral. La Virgen dirige su mirada hacia su hijo muerto; que mantiene con sus brazos en una actitud serena, tiene la boca entreabierta, lleva toca blanca, y túnica de color azul claro, con manto de color azul marino. 


El Cristo, de máxima expresividad, se apoya sobre la pierna izquierda de la Virgen. El desnudo es de una perfecta anatomía. 

La cabeza está inclinada, pelo rizado, boca entreabierta dejando ver los dientes. Es de destacar las delicadas manchas de sangre sobre la perfecta anatomía, distinguiéndose la llaga del costado producida por la lanza, las rozaduras de las rodillas producidas por las caídas, y la herida del hombro.


Actualmente esta capilla también contienen en su interior el recién llegado a Güimar Cristo Cautivo, saliendo de las manos de Ricardo Villalba Sevilla.
Actualmente estas imágenes se encuentran en la Capilla mas actual de  San Abajo.